El fino arte de oponerse

Desde el año 2003 a esta parte varios muertos vivos se han despertado de sus tumbas para entrar en acción, movidos por lo más profundo de su ser volvieron a ser parte del paisaje cotidiano tanto en diarios, revistas, programas de radio y TV, en la calle, en el bondi, adentro de tu casa (?), en la política, en el congreso, en la vida misma. Estos muertos vivos no son entes aislados, son un grupo de la sociedad, o mejor dicho que esta por encima de la sociedad, y que ha venido a defender con sangre, sudor y armas lo que es de ellos. Lo que ellos se han ganado trabajando desde que sale el sol hasta que este se pone. Por que ellos han trabajado para hacer de esta una patria respetable no como aquellos pobres vagos ajenos al esfuerzo y las buenas costumbres blancas.
Queda claro que la vida política argentina hoy se construye y destruye en la arena de los medios de comunicación. Es allí donde se vuelcan los pensamientos de los grupos que pueden acceder a ellos para que luego se esparzan por la sociedad, la plebe.
Me ha quedado claro a mi, y espero que les quede claro a todos, que las críticas que se le realizan a la actual gestión presidencial, con la obviedad de Cristina Fernández a la cabeza de (y poniéndole la cabeza a) las críticas, las cuales no son más que una defensa de clase por parte de quienes las realizan. Lo que los aleja de la actual gestión es el modelo de país que se quiere y se piensa, en una palabra: la ideología. Molesta que este con el pueblo, molesta que les saque privilegios, molesta que sea inteligente, molesta que sea mujer. Cuando se la crítica no se critican sus decisiones, se crítica lo que es capaz de lograr, que a su vez es lo que se puede perder si se esta en la vereda de enfrente. La vereda de "siempre fuimos el poder y manejemos este país a nuestro gusto", golpes de estado incluidos. La crítica es el miedo a que el pueblo de una vez por todas se autodetermine, el miedo a perder el poder. Retenciones, ley de medios, política de derechos humanos, asignación universal por hijo. Sabemos que esas cosas son cosas que no gustan, no sea cosa que el pueblo, los negros, los excluidos empiecen a respirar ese aire hermoso que huele a libertad.
Ha habido presidentes peores, y eso no merece ni la más mínima discusión y se ha callado y nos hemos hechos los boludos, pero ahora nos bajan línea y nos oponemos. ¿o acaso leyes como La ley de flexibilidad laboral, la ley de obediencia debida y punto final, la ley corralito no fueron también decretos de necesidad y urgencia? ¿por que cuando se ejerce democracia desde un sentido amplio se la sigue criticando? ¿o acaso que los DNU sean refrendados por el congreso no es un gesto enorme de constitucionalidad?
Como dice J.C Baglietto construir es la tarea, dejémosle las miserias a los miserables.


Dedicado a mi amigo GDH, te quiero gordi (?)