Educación justicialista.

¿Tío, tío, qué es ser peronista?
Cuando mi sobrino mayor me hizo esa pregunta, en el momento no supe qué responderle. Traté de explicarle lo que significaba sentir al General en lo más profundo del corazón, anhelar la justicia social, la soberanía y la independencia política, llevar a Evita Capitana tatuada en el brazo izquierdo (como la llevo yo). En el momento, decía, atiné a vomitar las palabras: "Tío solamente se le decía a Cámpora, pendejo maleducado. Yo para usted soy el hermano de su madre. Ahora se va a la pieza y me recita siete veces la parte de la marcha inventada por los montos". Ante el llanto repentino de mi sobrino y la mirada desdeñosa de mi hermana, que me espetó un "peroncho de mierda, vos siempre con lo mismo, no sé cómo carajo salió uno de ustedes en esta familia", me fui hacia el balcón y decidí ahondarme en la pregunta que me atribulaba...

Entonces, ¿qué es ser peronista?
Luego de mucho pensar, y sin poder encontrar todavía las palabras para definirlo, se me ocurrió algo: expresar todo aquello que siento en imágenes.


En este primer ejemplo tenemos la esencia del ser peronista. En primer lugar, saber escribir el nombre del General (porque uno puede ser analfabeto, pero esas cinco letras las lleva a fuego en el alma). Sara y su esposo, dice, aplaudieron a Perón. ¿En la plaza el 17? ¿En uno de sus múltiples discursos en los sindicatos?¿En su fuerte reivindicación de la dignidad laboral? Eso no es relevante, porque sabemos que Sara y su esposo son peronistas. Votaron a Perón. ¿Lo votaron con Jazmín Hortensio Quijano?¿Lo votaron en su segunda presidencia?¿O acaso depositaron su confianza en la fórmula Perón-Perón? Eso tampoco lo sabemos (aunque nos inclinamos a pensar que la última es la incorrecta).



Aquí tenemos a tres especímenes de los denominados mafiosus burocratis aezeizaris, un tipo de animal justicialista que proliferaba en los laboratorios de los doctores Taccone, Coria, Vandor y López Rega. Esto, mi querida teleaudiencia, ¿es ser peronista?. Qué pregunta, marabunta, diría algún pelotudo aficionado a las rimas. Algunos pueden pensar que no, otros que sí, pero lo cierto es que las prácticas amistosas y fraternales del tiro por la espalda, la emboscada y el carnerismo fueron tomadas del viente mismo de los doctores antes mencionados, y hoy son puestas en práctica con hidalguía y perseverancia por compañeros como Raúl Otacehé, Mario Ishii (el presentador de nuestro bienamado segmento paceño), Jesús Cariglino (y su hermano Roque, senador provincial). Es necesario mencionar a Manolo Quindimil, gloria del peronismo bonaerense que ha pasado a la eternidad en el salón de la fama justicialista, ahí a metros de la estación de Aldo Bonzi.

Aquí finaliza la primera entrega de la saga "¿Qué es ser peronista?", cortesía de este flamante servidor, que con su nombre lleva bien en alto las banderas de esa juventud maravillosa.

Que tengan un día peronista, suerte y que el General los acompañe,

Jotapé.